lunes, 31 de julio de 2017

Perspectivas distintas

Cuando observamos un objeto y conceptuamos sobre éste, estamos hablando de nosotros mismos, de nuestros propios marcos y entendimientos del mundo que cada uno fabrica en la cámara secreta de los supuestos particulares. Esa lectura particular del objeto, es una de las múltiples que pueden haber para tratar de darle forma al “conocer” de una realidad específica. Por tanto, es posible advertir que habrá una mejor reconstrucción de la condición del objeto, cuando otros pueden ver elementos distintos que desde nuestra perspectiva no podemos apreciar.

En este sentido, en palabras de Soler y Canangla (2014), “desde el aire podemos ver las cosas con más perspectiva. El mapa del territorio es más claro y con lo cual es posible visualizar caminos que desde el suelo pensábamos que no existían”. Ver las cosas desde diferentes perspectivas nos permite tener una visión enriquecida de lo conocemos y hacemos. Podemos dejarnos sorprender por la novedad de una postura o sencillamente tratar de acomodar aquello que se dice en nuestros propios modelos, situación que de antemano sugiere un quedarnos atrapados en el status quo que nos negamos a dejar.

Permitirnos ver las cosas desde otros puntos de vista demanda soltar las amarras de nuestro barco mental y espiritual, para navegar en aguas profundas, inciertas y misteriosas, que se abren ante nuestros propios marcos de comprensión, para interrogar nuestros saberes previos y motivar una madurez intelectual que aprecie y valore cada cosa desde la tranquilidad de ser uno mismo, sin quedar atrapados por los temas y cosas en sí mismas.

Encontrar y motivar puntos de vista distintos a los nuestros no es un ejercicio fácil de concretar, pues es natural que cada persona defienda su propio punto de vista e intereses particulares, cada vez que existe la oportunidad de real de concretar una distinción que implique suma de voluntades y no lucha de egos. Los protagonismos, luces y reconocimientos, salen al paso para indicar que hay terrenos comprometidos por nuestro propio ego que se niegan a ver una oportunidad, donde este solo ve amenazas.

El reto de conocer y descubrir posturas distintas a la individual demanda dejar de controlar y juzgar, y más bien encontrar donde podemos fluir y dejarnos llevar por una lectura fresca y nueva que enriquece nuestro propio conocimiento y nutre una lectura de construcción conjunta donde no existe un ganador específico. Una exigencia que demanda que se encuentren en las diferencias, opciones novedosas que motivan acciones que hacen de la vida una paleta multicolor donde podemos todo el tiempo “conectar y desconectar los puntos”.

Tener, reconocer y motivar perspectivas distintas de situaciones particulares, plantea la construcción de caminos inusuales, los cuales generalmente “están llenos de aventuras, exploración de nuevos territorios, luchas contra enemigos o dragones ocultos, enfrentar retos, superar pruebas, solucionar acertijos, demostrar valor y entereza, y sobre manera perseverancia” (Soler y Canagla, 2014 ,p.93); un ejercicio que insiste en comprender que las barreras existentes no son las externas, sino las internas. Una declaración que nos prepara mental, emocional y espiritualmente para mantenernos aprendiendo y nunca retroceder frente a la sensación del fracaso.

El Editor

Referencia

Soler, J. y Conangla, M. (2014) Las veinte perlas de la sabiduría. Hacernos sabios antes de envejecer. Barcelona, España: Lectio Ediciones

No hay comentarios:

Publicar un comentario