Afirma el libro “Maestría en
liderazgo” del Dale Carnegie Training: “Los maestros del liderazgo inspirador
ven una imagen clara del futuro con el ojo de la mente. El sueño tiene una
realidad tangible. (…) Los líderes inspiradores tienen la habilidad de
transferir importancia. (…)” podría anotar adicionalmente, que estos líderes
son capaces de materializar el futuro en su mente y traducirlo en acciones
reales, donde la realidad supera la ficción.
Cada ser humano lleva en sí
mismo un liderazgo inspirador, sólo es necesario establecer las condiciones y
motivaciones necesarias para que el futuro aparezca y se hagan realidad los
sueños de muchas personas. Sin embargo, se pierde mucho tiempo buscando buenas
razones o consideraciones para movilizar los esfuerzos, para hacer que las
cosas pasen, lo que demora la materialización de las obras que son necesarias
para apalancar la nueva generación de emprendedores, de seres humanos que han “abandonado
su comodidad”, para vivir la experiencia de transformar y dejar su huella en el
mundo.
Para vivir y motivar la
concreción de nuestros sueños debemos comunicar lo que “hemos visto” y
encontrar la misma fuerza en otros, para luchar por ese objetivo que lo
trasnocha, que lo mueve y está dispuesto a gastar su vida para que se haga realidad.
Vivir en la realidad un sueño, es canalizar tu energía con tu DIOS (cualquiera
sea tu idea de él), para confabular la esencia de su querer en la vitalidad de
tu vida, es decir, manifestar una fe madura y cierta, que “ordena a las
montañas que se muevan de lugar y ellas le obedezcan”.
Somos hijos de la gracia
sobrenatural, del movimiento acelerado de la generosidad del Creador, por lo
tanto herederos de la vida trascendente, que nos otra cosa que descubrir el
talento que hemos recibido y abrir las puertas al mundo prodigioso donde habita
tu “promesa divina”, el brillo de la fe que lleva como premio la perseverancia,
como fuerza la trascendencia y como testamento el valor, donde habita la coherencia
de tus acciones.
Los líderes inspiradores
buscan todo el tiempo una forma de mantenerse activos, vivos y vigentes, a
pesar que el entorno les diga lo contrario. No son capaces de mantenerse
ociosos, ni distraídos, pues saben que deben continuar la obra que se han comprometido
completar, una misión que conocen no termina en este plano conocido, sino que
se extiende hasta la transformación de vidas que vayan en la búsqueda de nuevos
horizontes, donde posiblemente ellos no alcancen a llegar.
La inspiración, esa moción
del espíritu del ser humano que se funde en el toque de DIOS, es lo que ha
logrado grandes obras literarias, impresionantes descubrimientos científicos y
amores pasionales que trascienden el tiempo; una fuerza tan incontenible que se
hace necesario estar preparado en cuerpo y alma para poder aceptar el reto de
ser diferente y lograr aquello que tanto hemos querido.
Así las cosas, que tu
liderazgo inspirador sea la llave que te abra nuevos caminos, te movilice a
enfrentar y superar nuevos retos, no para tu beneficio y reconocimiento, sino
para que todos los tuyos encuentren razones para creer que es posible
trascender y vivir con intensidad la vocación a la que hemos sido llamados.
El Editor.
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