domingo, 14 de julio de 2013

Memorias del futuro



Revisando el resumen del libro “Leaders make the future. Ten new leadership skills for an uncertain world” cuyo autor es Bob Johansen, las nuevas generaciones se enfrentan a un mundo “volátil, incierto, complejo y ambigüo”, un escenario que está lleno de experiencias novedosas, oportunidades inesperadas y grandes desafíos intelectuales que motivan las mentes más inquietas, para descubrir y escribir las nuevas historias de logro que aún esperan por los nuevos conquistadores y nuevas amazonas, que encuentren en el ejercicio de desaprender, la esencia de su propia realización personal.

Los nuevos creadores de la realidad miran al futuro con humildad, valor, carácter y objetivos claros, una forma de construir un camino en medio de la incertidumbre, superando los estereotipos actuales de “falsa claridad”, cuestionando el statu quo para abordar dilemas que son irresolubles y cruzar el umbral de lo conocido y demostrado, para iniciarse en el arte de la transformación desde lo desconocido y aún sin demostrar, afinando su instinto estratégico.

La nueva generación de ejecutivos deben, según el autor, desarrollar la “habilidad de ser abiertos y auténticos acerca de lo que es importante para ellos, sin que se hagan publicidad a sí mismos”, una declaración que busca mantener un enfoque de transparencia de lo que somos y podemos, sin “falsas connotaciones de humildad”, que permitan a los directivos mantener los pies en la tierra, compartiendo sus visiones y exponiendo las mismas para que otros opinen y las enriquezcan.

Las organizaciones que sobrevivan en este nuevo contexto global cambiante y dinámico deberán enfrentar el choque generacional que se advierte entre los “nuevos chicos del barrio” esos que no temen confrontar la autoridad, probar nuevos mundos que no se han experimentado y son nativos en las tecnologías de información, con los “ejecutivos experimentados”, que conocen la forma de movilizar ideas en la empresa, saben de los gustos empresariales y reconocen los riesgos naturales de las estrategias, para que ambos mundos potencien las ideas que posicionarán la empresa en los lugares exclusivos de su entorno de negocio.

Frente a este escenario con verdades inestables y preguntas cada vez más elaboradas, se hace necesario desarrollar una inteligencia colectiva que nos permita construir, como anota Johansen, “bienes comunes”, es decir, “activos valiosos que las personas comparten para su beneficio mutuo”, una invitación para que se generen ecuaciones de suma equivalente, relaciones gana-gana, algo natural que está en el ADN de cada uno de los seres humanos, pero que no logramos comprender cuando de posicionar una idea,  producto o servicio se trata.

En este sentido, los ejecutivos de esta nueva era, deberán estar abiertos a descubrir los patrones de cambio en medio de su entorno, para que con “visión, ingenio, claridad y agilidad” logren desarrollar una “cartografía visual” del mañana, no para impresionar a los miembros de la junta directiva, sino para advertir y anticipar los riesgos y amenazas emergentes que cuenten las memorias del futuro que se escriben hoy a pesar de la inevitabilidad de la falla.

El Editor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario