“Romper con las reglas”
es una demanda que muchas organizaciones tienen ahora como mantra para
desarrollar sus actividades. “Romper con las reglas” es una respuesta natural
contra lo establecido, contra lo que se sabe y contra la zona cómoda. “Romper
con las reglas” es un llamado a renacer y reinventar aquello que consideramos
concluido e inventado.
Esta nueva frase
tiene en su interior, una invitación de fondo para reconocer nuestras cegueras
cognitivas, sociales, profesionales y espirituales, que permite que aquello que
está anquilosado, caduco y poseído por la herrumbre, sea activado nuevamente para
ponerse a tono con los tiempos actuales. En este sentido, como afirma Maturana
(2002, p.33), “el respeto por sí mismo no constituye en la diferencia con el
otro, sino en la aceptación de la propia legitimidad”.
Romper con las reglas,
es lo que hizo un hombre nacido en Nazareth, que superando las costumbres de su
tiempo, renueva la esencia de un mensaje que invita a concretar una postura “rebelde”,
que no atropella y desplaza a los otros, sino que los convoca para que se abran
a una realidad que incluye, acoge y descubre la esencia misma de cada persona.
De acuerdo con Gino
(2018), son características del talento rebelde, las que se mencionan a
continuación, las cuales plantean esa ruta que está más allá de nuestra vista
cómoda y nos demuestra la grandeza y generosidad de un DIOS que vive en cada uno
de nosotros. Las características son:
- Novedad: en busca del desafío y de lo nuevo,
- Curiosidad: preguntar todo el tiempo "por qué",
- Perspectiva: ampliar su visión del mundo y verlo como lo ven los demás,
- Diversidad: tendencia a desafiar los roles sociales predeterminados y a llegar a aquellos que pueden parecer diferentes,
- Autenticidad: permanecer abierto y vulnerable para conectarse con los demás y aprender de ellos.
Figura 1 Características del talento rebelde (Elaboración propia, basado en Gino, 2018)
Comprender que
estamos llamados a materializar un “talento rebelde”, es comprender el llamado de
la divinidad, para ver de forma distinta nuestra realidad; preguntarnos todo el
tiempo sobre cómo hacer las cosas nuevas; descubrir la visión amplia de la vida
desde los ojos de los otros; encontrar en la diferencia una razón más para incluir
y reconocer al otro; y finalmente experimentarse vulnerable, como la forma de
vida que nos mantiene conectados con “el no saber” y abrirnos como buenos
discípulos a aprender/desaprender del propio “maestro”.
No somos accidentes en
el mundo. No somos efectos de una realidad contingente. Somos seres
privilegiados y creados por el “talento rebelde” de un DIOS trascendente (cualquiera
que sea tu imagen de él), que nunca deja de atender y escuchar a su creatura.
De una fuerza indomable de la gracia y de bendición, que no es obra de un mundo
temporal y decadente, sino de una promesa sobrenatural, siempre viva y poderosa,
que ha legado en cada uno de nosotros la semilla de su generosidad, para
germine en dones y luces que den testimonio de su amor sin límites.
El Editor
Referencias
Gino, F. (2018) Rebel talent. Why it pays to break the rules
at work and in life. New York, NY. USA: Harper Collins Publishers.
Maturana, H. (2002) Formación humana y capacitación. Santiago,
Chile: Dolmen Ediciones – Oceano.