domingo, 5 de agosto de 2018

Tres momentos y tres retos: la esencia del cambio

Si bien el cambio, es la norma de las organizaciones y de las transformaciones en general, es importante comprender la dinámica que esto implica para movilizar y asegurar las nuevas promesas de valor que se irán a concretar. De acuerdo con Brown (2009) tres momentos y tres retos definen la innovación y los cambios en las organizaciones.

Los tres momentos hacen referencia a la inspiración, la ideación y la implementación, y los tres retos correspondientes son factibilidad, viabilidad y deseabilidad. Cada uno de ellos serán detallados a continuación desde la lectura de la reinvención personal frente a un entorno que demanda cambios y nuevas competencias para mantenerse encimas de las olas.

El primer momento es la inspiración. La inspiración es la motivación, esa situación problemática que demanda una estrategia concreta para ser enfrentada. La inspiración es la conexión que existe entre los desafíos del entorno y las expectativas de las personas. Una persona inspirada, no es aquella que se eleva y se pierde en el tiempo y espacio, sino aquella que logra conjugar curiosidad y concentración en el mismo escenario, para lograr revelar opciones antes desconocidas y dar cuenta de la situación que se le propone.

La ideación, se concibe como el proceso de generación, desarrollo y prueba de ideas. Este segundo momento habilita al ser humano a disponer un escenario de experimentación que le permita aprender y desaprender luego de cada “error”, entendiendo éste último como parte natural del proceso de conocer y descubrir aquello que está más allá de los saberes previos y que implica salir necesariamente de la zona cómoda para quebrar el status quo.

El tercer momento es la implementación, el cual establece el camino de la propuesta concreta probada en el laboratorio y validada en la mesa de proyectos, hacia el mercado objetivo con el fin de crear nuevas experiencias en los clientes. La implementación es la fase definitiva que hace realidad una idea y se convierte en una promesa de valor para un grupo de interés, de tal forma que es éstos están dispuestos a pagar por hacer realidad la misma en sus experiencia de vida.

Estos tres momentos concretan la esencia del aprendizaje, que no es otra que romper con lo establecido, para encontrar formas alternas de reconectarlo mas allá de las necesidades identificadas, y así crear oportunidades en aquellas preferencias profundas del mercado que no están siendo bien atendidas.

Estos tres momentos tienen tres retos concretos, que permiten aterrizar la esencia del espíritu emprendedor y motivarlo a visualizar y actuar para no sucumbir al primer intento.

La factibilidad, como esa característica que hace funcionalmente posible la propuesta en futuro no muy lejano. Esta característica demanda de las personas un ejercicio de evaluación de la operación de lo que se sugiere, con el fin de explorar cómo se puede comportar la misma en un entorno real de trabajo.

La viabilidad, establece la sostenibilidad del modelo de negocio que se plantea alrededor de la propuesta. Es establecer los recursos especializados y difíciles de copiar que separan a la empresa de sus competidores, las transacciones que vinculan a la empresa con sus socios, clientes y participantes del ecosistema y cómo se crea valor con los recursos y las transacciones identificadas materializada en una narrativa.

La deseabilidad, que está relacionada con aquello que hace sentido a las personas y por las personas. Establece la conexión emocional que se configura entre el producto, las expectativas del clientes y la funcionalidad del mismo. Es un ejercicio de crear un entorno relevante para los imaginarios de las personas, que permitan encontrar lugares comunes que cambien su percepción actual por una nueva, inédita e inexplorada.

Estos tres momentos y sus tres retos, nos recuerdan que las ideas son valiosas, la creatividad una capacidad clave y la innovación, una manifestación necesaria. En este contexto, no podemos quedarnos en la zona cómoda, y por tanto, hay que salir a navegar en aguas profundas, manteniendo el norte, con distracción focalizada y mucha resiliencia para superar las tempestades y así celebrar en las horas de “eureka”.

Referencia
Brown, T. (2009) Change by design: how design thinking transform organizations and inspires innovation. New York, NY. USA: HarperCollins Publishers.

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