Las “rupturas” o
avances son momentos intensos de creatividad y disrupción que definen nuevos
entornos y formas de ver el mundo, que nos invitan a actualizar los cristales
con los que vemos las cosas y repensar nuestros propios supuestos y condicionamientos
desde los cuales le damos forma a la realidad.
De acuerdo con Fox y
Pollack (2017) existen al menos cuatro (4) estilos de “rupturas” (o en inglés breakthroughs) (ver figura 1) que cada persona debería
revisar para encontrar aquel o aquellos que mejor le funcionan con el fin de
encontrar nuevas “vetas” de desaprendizaje, que le permitan identificar
aquellos patrones que lo lleven a un nuevo nivel de entendimiento y evolución
personal y profesional, allí donde las fronteras se desvanecen y un nuevo horizonte
aparece.
Figura 1. Estilos para crear ruptura o avances
El primero es el
estilo “Eureka”, cuya traducción del
griego significa “lo tengo” o “esto es”, que se le atribuye a Arquímedes,
cuando estando en su bañera observó que al mover su pierna, el agua subía para
acomodar un nuevo volumen, dando origen al principio que lleva su mismo nombre.
Generalmente este tipo rupturas se generan luego de mucha reflexión sobre una problemática específica, con una importante presión por la solución del reto,
balanceando momentos de concentración y
de dispersión, con el fin de tener una imagen mental clara de cómo ejecutar
la idea y la confianza de que ésta va a funcionar.
El segundo estilo es
el “metafórico”, que a diferencia de
lo directo de la solución que se propone en el estilo anterior, las respuestas vienen en forma de metáforas o
analogías, imágenes las cuales se deben interpretar antes que la ruptura se
concrete. Mientras en el caso de Arquímedes la respuesta llega claramente
formada, en este caso se requieren diferentes niveles de comprensión para conectar los diferentes puntos que
aparentemente pueden estar desconectados y superponer patrones sobre aspectos que pueden no estar relacionados.
El tercer estilo es
el “intuitivo”, donde las rupturas
propuestas desafían la lógica o las explicaciones. Generalmente las personas
que experimentan este tipo de estilo no
saben porqué su solución podría funcionar; sólo saben que podría ser. Tammy
Sanders define la intuición como “un
sentido nebuloso e inexplicable de saber, que fluye de la experiencia y es guiado
por señales experimentales” (Fox & Pollack, 2017, p. 19). El estilo
intuitivo establece un camino para llegar
al objetivo pretendido y no se espera que se presente una repentina
iluminación que resuelva el reto, sino un descubrimiento
de una vía que lo oriente para llegar a su destino.
El cuarto estilo es
el “paradigma”, que implica una
visión profunda sobre el sistema de pensamiento que cambia fundamentalmente las reglas que le asignamos a ese sistema, un
ejercicio que crea mayor satisfacción
intelectual que financiera. Mientras que tanto el estilo eureka como el
paradigma llevan una clara y concreta propuesta al desafío planteado, los dos
difieren en que, el primero la solución es de aplicación inmediata y da
respuesta a un problema específico, mientras el segundo revela una gran teoría, leyes universales, que explican múltiples fenómenos
sin una aplicación inmediata particular.
Recuerde que no
existe un estilo de ruptura más productivo que otro, lo importante, como anotan
Fox y Pollack (2017), es establecer cual de ellos se da de forma natural en la
persona. Por tanto, revise sus reflexiones y posturas de pensamiento, para
encontrar algunas particularidades que le permitan encontrarse a sí mismo y
conectarse con esa “idea” que cambiará no solamente su vida personal, sino su
ruta en su crecimiento espiritual.
El Editor
Referencia
Fox, O. & Pollack,
J. (2017) The net and the butterfly. The
art and practice of breakthrough thinking. New York, USA: Penguin Random House.
Es tan importante conocer sobre este tema... Sin estos ¡Ajá moments!como yo les llamo, viviríamos cíclicamente en más de lo mismo. Gracias, Marisel
ResponderEliminarCon mucho gusto!!
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