Cuando hablamos de aprendizaje,
nuestra imaginación nos lleva a una institución educativa, a una experiencia
vivida o un momento particular donde algo relevante ha ocurrido. Todas estas
situaciones tienen algunos elementos en común que permiten que eso que llamamos
“aprendizaje” se haga realidad.
Un primer elemento es como lo
indica Fred Kofman en su libro “Conscious
business. How to build value through values”, “el aprendizaje es un deporte de
contacto”, hay que estar en la línea de fuego, frente a la situación
concreta para tomar acción. La pasividad y el aprendizaje parecen no estar en
la misma línea. Lo anterior supone que aquel que quiere experimentar el “aprendizaje”
debe participar directamente en el ejercicio de confrontación directa con la realidad,
haciendo elecciones conscientes de acuerdo con sus valores, necesidades y
objetivos.
Un segundo componente es experimentar
un quiebre, una suspensión de la realidad conocida, para encontrar un aspecto novedoso en ella. Siguiendo los fundamentos de Luhmann basado en
Spencer Brown, implica hacer una distinción nueva sobre aquello que conocemos,
para revelar aspectos antes escondidos a nuestros marcos de acción. Un
ejercicio que posibilita desconectar los puntos de la realidad circundante y
volver a reconstruir el entorno y los constructos propios, para generar, en
palabras de Stuart Hall (2010), “una
ganancia teórica”.
Una tercera pieza del aprendizaje
es el incorporar o entronizar lo que hemos encontrado o experimentado,
en palabras de Kofman (2013, p.4), “transcender
nuestra experiencia concreta a través de nuestra habilidad intelectual para entender,
juzgar y razonar”. En pocas palabras darle sentido a los quiebres
identificados, en nuestra experiencia diaria, revisar la práctica actual que se
tiene y motivar un cambio estructural en nuestro entendimiento de la realidad.
Una transformación de aquello que creíamos saber y ahora sabemos, que no
sabemos.
Una cuarta ficha del aprendizaje
es poner
en práctica lo que hemos incorporado, en palabras de Flores (2015,
p.28), “usar nuestro propio lenguaje,
para movilizar las acciones y hacer que las cosas sucedan”. Un ejercicio de
creación de nuevas posibilidades para actuar y capitalizar nuestras “ganancias
teóricas” en el contexto de lo práctico y útil. Una apuesta para inventar
nuestro futuro, desde las experiencias incorporadas en el presente. Cambios
profundos que hablan de un compromiso que cambian un viejo paradigma, por un
marco de acción renovado y flexible.
Un quinto y último condimento
requerido para el aprendizaje es ser observadores de nuestras propias
acciones y posibilidades. Vamos a entender por observación, en lectura
de Pintos (1994), “un señalar diferenciante”, una habilidad para continuar
descubriendo posibilidades y ambientando los quiebres requeridos para continuar
avanzando. Sólo con una atención presente sobre aquello que hacemos y no vemos,
y sobre aquello que vemos y no hacemos, podemos superar la opacidad de nuestra
zona cómoda y lanzarnos a participar de un nuevo ciclo de renovación que nos
lleve al siguiente nivel de evolución.
En conclusión, nadie puede
reemplazarnos en el proceso de aprendizaje, un proceso abierto y permanente
para conquistar nuestra propia ignorancia y nuestras propias fallas, pues allí
se encuentra la materia prima que nos hace diferentes y generosos con nosotros
mismos y con los demás.
El Editor
Referencias
Flores, F. (2015) Conversaciones
para la acción. Inculcando una cultura de compromiso en nuestras relaciones de
trabajo. Bogotá, Colombia: Centro Nacional de Consultoría – Lemoine
Editores
Hall, S. (2010) Sin garantías:
Trayectorias y problemáticas en estudios culturales. Popayán, Colombia:
Envión Editores.
Kofman, F. (2013) Conscious
business. How to build value through values. Boulder, Colorado.USA: Sounds
true.
Pintos, J. (1994) Sociocibernética: Marco sistémico y esquema
conceptual. En Delgado, J. y Gutiérrez, J. (Coord.) (1995) Métodos y técnicas cualitativas de investigación en Ciencias Sociales.
Madrid, España: Síntesis, 563-580. Recuperado de: http://idd00qmm.eresmas.net/articulos/sociocibernetica.htm