domingo, 2 de marzo de 2014

Credenciales, experiencia y compromiso



Revisando el libro “Ready to be a thought leader” de Denise Brosseau, se detalla que para llegar a ser un líder de opinión, es necesario establecer una alineación entre tres variables claves: las credenciales, la experiencia y las causas o temas con los que se está comprometido.

Las credenciales tienen que ver con la formación profesional, grados alcanzados, certificaciones logradas, posiciones ejecutivas, entre otros elementos. Las credenciales son esa carta de presentación de qué tanto ejercicio mental y analítico has invertido para hacer la diferencia, para aportar con tu visión del mundo. Es una pequeña vitrina de pergaminos que debe ser renovada con el tiempo para que se mantenga actualizada y renovada conforme la dinámica del mundo se reinventa una y otra vez.

La experiencia es el reconocimiento del entorno de que eres capaz de enfrentarte a un problema y proponer diferentes alternativas. Es la porción de la vida que nos indica las veces que nos hemos equivocado y hemos aprendido, para crear una capacidad de renovación personal que nos permite escalar nuevas cumbres. En este sentido, reconocen tus logros y relevancia de tus apreciaciones, pues están basadas en el “sudor y lágrimas” que han costado para llegar allí.

Aquello con lo cual estás comprometido, es aquello que te impulsa a seguir estudiando, a seguir explorando y conociendo, que te anima a construir y proponer nuevas alternativas para mejorar no sólo tu vida sino la de los demás. Esa moción de energía interna que canaliza el intelecto, la fe y la esperanza para revelar nuevas opciones para influenciar y provocar los cambios que el entorno necesita. Aquello con lo que está comprometido, es lo que te permite fluir en el mundo, para marcar la diferencia y lograr lo que nadie ha alcanzado.

Si miramos estas tres variables, no necesariamente son para revelar al líder de opinión, es igualmente una tupla de exigencia y compromiso humano, de una persona que busca vencerse a sí mismo, abandonar la zona cómoda y continuar luchando para movilizar nuevas posibilidades en el mundo. Es la lección básica de aquellos que saben que estamos para cumplir con una misión, que tenemos la responsabilidad transformar el mundo y continuar la obra de nuestro Creador.

Estas tres variables, perfectamente alineadas, detonan la fuerza del ser interior, que no solo se presenta con conocimiento humano ante el mundo, sino que permite descubrir la esencia de una vocación personal que busca alcanzar todo su potencial; esa luz que resplandece intensamente en el interior del ser humano, que está lista para brillar cuando superemos nuestros apegos, esos que nos atan a la realidad mentirosa de los aplausos, las lisonjas y los reconocimientos.

Credenciales, experiencia y compromiso crean el movimiento interior del hombre moderno, para motivar los cambios que requerimos y generar una nueva disrupción global que cambie nuestra manera de pensar: aquella que piensa muy poco en los otros, y retomar la senda de una vista compartida donde el egoísmo sea dividido y disipado, es decir, crucificar al “ego”, dejando sin sentido al “ísmo”.

El Editor

Referencia
BROSSEAU, D. (2013) Ready to be a thought leader. How to increase your influence, impact, and success. Jossey-Bass. 

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