Revisando el libro “Ready to be a thought leader” de Denise
Brosseau, se detalla que para llegar a ser un líder de opinión, es necesario
establecer una alineación entre tres variables claves: las credenciales, la
experiencia y las causas o temas con los que se está comprometido.
Las credenciales tienen que ver con la formación profesional, grados
alcanzados, certificaciones logradas, posiciones ejecutivas, entre otros
elementos. Las credenciales son esa carta de presentación de qué tanto ejercicio
mental y analítico has invertido para hacer la diferencia, para aportar con tu
visión del mundo. Es una pequeña vitrina de pergaminos que debe ser renovada
con el tiempo para que se mantenga actualizada y renovada conforme la dinámica
del mundo se reinventa una y otra vez.
La experiencia es el reconocimiento del entorno de que eres capaz de
enfrentarte a un problema y proponer diferentes alternativas. Es la porción de
la vida que nos indica las veces que nos hemos equivocado y hemos aprendido,
para crear una capacidad de renovación personal que nos permite escalar nuevas
cumbres. En este sentido, reconocen tus logros y relevancia de tus
apreciaciones, pues están basadas en el “sudor y lágrimas” que han costado para
llegar allí.
Aquello con lo cual estás comprometido, es aquello que te impulsa a seguir estudiando, a
seguir explorando y conociendo, que te anima a construir y proponer nuevas
alternativas para mejorar no sólo tu vida sino la de los demás. Esa moción de
energía interna que canaliza el intelecto, la fe y la esperanza para revelar
nuevas opciones para influenciar y provocar los cambios que el entorno
necesita. Aquello con lo que está comprometido, es lo que te permite fluir en
el mundo, para marcar la diferencia y lograr lo que nadie ha alcanzado.
Si miramos estas tres
variables, no necesariamente son para revelar al líder de opinión, es
igualmente una tupla de exigencia y compromiso humano, de una persona que busca
vencerse a sí mismo, abandonar la zona cómoda y continuar luchando para
movilizar nuevas posibilidades en el mundo. Es la lección básica de aquellos
que saben que estamos para cumplir con una misión, que tenemos la
responsabilidad transformar el mundo y continuar la obra de nuestro Creador.
Estas tres variables,
perfectamente alineadas, detonan la fuerza del ser interior, que no solo se
presenta con conocimiento humano ante el mundo, sino que permite descubrir la
esencia de una vocación personal que busca alcanzar todo su potencial; esa luz
que resplandece intensamente en el interior del ser humano, que está lista para
brillar cuando superemos nuestros apegos, esos que nos atan a la realidad mentirosa
de los aplausos, las lisonjas y los reconocimientos.
Credenciales, experiencia y
compromiso crean el movimiento interior del hombre moderno, para motivar los
cambios que requerimos y generar una nueva disrupción global que cambie nuestra
manera de pensar: aquella que piensa muy poco en los otros, y retomar la senda
de una vista compartida donde el egoísmo sea dividido y disipado, es decir,
crucificar al “ego”, dejando sin sentido al “ísmo”.
El Editor
Referencia
BROSSEAU, D. (2013) Ready to be a
thought leader. How to increase your influence, impact, and success.
Jossey-Bass.
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