sábado, 18 de mayo de 2019

"Sandbox" Interdisciplinar

Nos pasamos la vida explorando y conociendo, para incorporar nuevos saberes que nos permitan descubrir puntos de vista diferentes que abran puertas escondidas y no reveladas que lleven a comprensiones inéditas de la realidad. Somos seres habilitados para estar en movimiento, para cuestionar lo que vemos y sabemos, conscientes que lo que hoy entendemos y sabemos, mañana es posible que no sea lo que pensábamos.

Si bien la estabilidad de lo que conocemos, los estándares y las normas, son parte natural del marco donde la humanidad se mueve y avanza con la idea de “certeza”, tarde o temprano va a ser interrogado, cuando alguien levante la mano y pregunte: ¿se puede hacer de otra forma? Y en ese momento, nuevamente se iniciará el ciclo de reinvención que demanda salir de la zona conocida y explorar posibilidades que no estaban disponibles antes.

El cambio se dice que es la norma de la sociedad actual, un fenómeno que igualmente puede causar fatiga en los seres humanos, que no terminan de entender lo que ocurre, cuando hay una propuesta alternativa que reta lo que previamente era lo conocido. Cuando experimentamos la fatiga del cambio, recreamos la resistencia silenciosa donde vemos que pasan las cosas y dejamos que otros tomen la iniciativa. Cuando el cambio, sea requerido y necesario, es decir, cuando sea tiempo de un enfoque disruptivo, toma en cuenta que lo que has aprendido entrará en zona de inestabilidad y volatilidad.

Hemos de prepararnos para tener un “sandbox” (caja de arena) para poder experimentar las novedades que podamos advertir, con el fin tomar ventaja en la curva de aprendizaje, creando la zona de contradicción e incierto de manera temprana, donde es posible probar y evidenciar resultados que no encajan dentro de aquello que se esperaba. De esta forma, iremos quebrando la inercia de nuestros saberes disciplinares, para crear puentes y relaciones con otras disciplinas y así, encontrar lugares comunes no explorados que puedan terminar dando nuevas formas a la realidad.

Anticipar las zonas de inestabilidad y transformación de los retos empresariales y personales, permite a las personas y organizaciones anticipar ventanas de aprendizaje y sorpresa, que reten los saberes previos de los participantes, con el fin de abrir nuevas tensiones y conexiones que desarticulen las “verdades” vigentes, y promuevan una visión más sistémica, más integrada, donde no existen declaraciones “de facto”, sino oportunidades para construir distinciones que permanecían fuera del radar de nuestras creencias y conocimientos.

Mientras no desarrolles la habilidad de cruzar los dominios de conocimiento, estarás encerrado en los linderos gastados de tu disciplina, que se niega a evolucionar, y tratará de encajar la situación para interpretarla dentro de su propia realidad. Cuando tomamos el reto de caminar y crear rutas distintas, donde tenemos que “probar y experimentar” fuera de lo que conocemos, no tenemos otro resultado que aprender, esa experiencia maravillosa que trae consigo una vivencia que renueva y restaura la fuerza del poder transformador que hemos recibido al venir a este mundo.

El Editor

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