La incertidumbre es
una oportunidad para desarrollar una vista holística de la vida. Ver la vida de
manera holística, es comprender al mismo tiempo a los individuos y
simultáneamente a las partes (Leblanc, 2016). Es un ejercicio por integrar
aquellos elementos del entorno que cuestionan y superan los saberes previos de
los participantes, con las tendencias más relevantes que se advierten en el
horizonte.
Ver la vida de
manera holística, significa danzar con los retos del entorno, reconocer los
movimientos laterales e inesperados de los participantes del ambiente, y
sobremanera es integrar las habilidades y percepciones individuales con las
lecturas extendidas de todos los copartícipes de un equipo de trabajo. Un
esfuerzo que exige ver desde las diferencias, circunstancias inéditas para
concretar apuestas diferenciadoras que crean nuevas distinciones.
Tener una visión
holística de la vida, es reconocer cada momento de la existencia como un
continuo de lecciones aprendidas, como un conjunto de desafíos de la práctica, donde el error se habilita como facilitador del aprendizaje. Lo holístico
no entiende el entorno como una lectura de causa-efecto, sino como una relación
circular que crece como espiral de conocimiento adquirido: un ejercicio de
reinvención permanente que supera la postura tradicional de quien observa el
mundo desde una vista particular.
Cuando podemos ver la vida desde la plataforma de lo holístico desaparecen los límites de una vista única, se habilita la comprensión superior de la realidad, esto es, se desconectan las lecturas previas de lo conocido, se descomponen las relaciones que las nutren para indagar en los supuestos que la conforman, para luego integrar posturas diferentes, incluso contradictorias, para darle forma a una nueva ganancia teórica que no solo amplía el horizonte, sino que dispone el escenario para un nuevo acontecer.
Lo holístico exige
una comprensión del tejido social que construye la complejidad misma de las
relaciones del todo. Es un proceso de fusión entre mis supuestos y posturas de
lo que soy, con las apuestas distintas de todos aquellos que configuran la
malla de saberes acumulados. Ver la vida desde la perspectiva holística nos
pone fuera de la zona cómoda, para observar patrones o tendencias que emergen
de la dinámica de las relaciones que exhiben los objetos, los procesos, las
regulaciones y las personas.
Ver la vida desde lo
holístico, es asumir nuestra responsabilidad como miembros de la junta
directiva de nuestra existencia, un cuerpo colegiado que asistido de la
divinidad, experto en la dinámica de lo incierto, es capaz de construir y
desarrollar capacidades particulares en los individuos para reconocer el entorno
y sus relaciones conocidas, así como navegar y superar turbulencias y mares
inestables y contradictorios, donde siempre es posible ver oportunidades y
retos, más que limitaciones y problemas.
Cuando observamos,
comprendemos y deconstruimos la vida desde lo holístico, las habilidades y
saberes se vuelven complementarios, el conocimiento se transforma en una
herramienta para innovar y la práctica cotidiana una oportunidad para aprender,
o mejor aún, para desaprender.
El Editor
Referencia
Leblanc, R. (2016) The handbook of board governance. A comprehensive guide for public, private an
not-for-profit board members.
Hoboken, New Jersey, USA: John Wiley & Sons.
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