Se dice en la
actualidad que la era de la rentabilidad de los commodities está próxima a concluir. La volatilidad de los cambios
y la necesidad permanente de novedad en el entorno, demandan una transformación
más acelerada de las personas y las industrias frente a los retos que tenemos a
la fecha y los que ya se despuntan en el horizonte.
Un commodity, es un producto o bien
uniforme que sirve igual que cualquier otro y para el cual existe una demanda
en el mercado, donde se comercializan sin diferencia cualitativa en el
ejercicio de comprar y vender. Este tipo de productos o bienes por lo general
hacen referencia a materias primas, las cuales tienen composiciones básicas y estándar
que serán transformadas por el empresario en bienes o servicios más elaborados
que generen diferencia frente a lo tradicional y conocido (Caballero, 2012).
En el contexto
empresarial podemos encontrar muchas personas y procesos que se comportan como “commodities”, como versiones estándar de
bienes conocidos, que han sido afinadas de tal modo, que su eficiencia ha
llegado a un nivel donde los cambios propios del ejercicio no dejan espacio
para mayores distinciones nuevas. Estos procesos y personas han desarrollado el
ciclo de calidad a tal punto que han alcanzado maestría en el desarrollo de las
actividades previstas en dicho proceso.
Cuando tenemos en
las empresas personas que se comportan como commodities,
acentuamos la presencia de la zona cómoda, de la zona donde todo lo que existe
es conocido y cualquier desviación es una amenaza que debe ser controlada y
contenida. Todo aquel que piense distinto, que haga distinciones nuevas se
enfrenta a la maquinaria aceitada del proceso asegurado, que refrenda su poder
con los hechos y datos de lo que ha conquistado hasta ahora.
Las personas tipo commodity, se instalan en las maquinarias
básicas de la organización, donde se requiere la gestión estándar y las
movilizaciones claves de los recursos, en donde pueden usar sus contactos
construidos durante su larga estancia en la organización, creando una base
inestable de seguridad personal, donde puede ejercer su poder de transformación
con personas semejantes, las cuales en últimas cuidan el remanso de estabilidad
que han creado dentro de la organización.
Cuando la
organización sufre una transformación ocasionada por importantes fuerzas del
entorno, que cambian la forma como ella se mueve en los inciertos de su
segmento de negocio, se genera la incertidumbre al interior de todos los profesionales
“commodities”, pues ellos, al no
tener margen de acción ni apuestas distintas a lo conocido, se sienten
amenazados, dado que no conocen alternativas en el entorno que les permitan
repetir el ciclo de aseguramiento con la precisión y claridad que lo hacen al
interior de la empresa.
Mantener una persona
como profesional “commodity” en una
organización es invalidar la esencia de los talentos y potencialidades propias
de los individuos. Es un ejercicio sistemático y silencioso que oxida los
sueños, acomoda la voluntad y compromete el buen criterio, en pocas palabras,
anula a la persona frente al esencia natural de un entorno inestable, incierto
y volátil, llevándola posiblemente a concretar acciones de dudosa reputación para mantener su status quo.
Si bien la empresa,
puede optar por acciones como rotaciones, cambios entre áreas, pasantías en
otros negocios, encargos en otras posiciones, la realidad diaria de las
funciones de las personas ha construido el lugar seguro donde regresará y
estará nuevamente cubierto por la dinámica natural y conocida de la empresa.
Así las cosas,
convertirse en un profesional “commodity”
en plena era de lo digital, de transformaciones tecnológicas de productos y
servicios, es una apuesta arriesgada donde la capacidad de desaprendizaje se
pone a prueba, la claridad del propósito de vida trascendente es un imperativo personal,
la creación de redes de contactos es una exigencia y la creación de
oportunidades y retos es por definición, la esencia para desarrollar la
resiliencia necesaria que quiebra la lectura estándar de la realidad.
El Editor.
Referencias
Caballero, J. (2012)
ABC de los commodities. El economista.
Mayo 11. Recuperado de: http://eleconomista.com.mx/mercados-estadisticas/2012/05/11/abc-commodities
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