No hay duda que la
palabra más reiterada por estos días es aprender. El aprendizaje para toda la
vida, el desaprender continuo en lo que hacemos, potenciar nuestras capacidades
actuales y desarrollar nuevas, son expresiones de una necesidad permanente del
hombre de estar en movimiento, de conquistar nuevos territorios emocionales y
académicos, para revelar visiones distintas del mundo y reconocerse así mismos
como observadores y transformadores de su propia realidad.
De acuerdo con
Longworth (2005, p.49) tenemos diferentes estilos de aprendizaje, formas y
maneras a través de las cuales, nos podemos sorprender o encontrar sentido a las
reflexiones que nos plantean. En este sentido, podemos ser aprendices:
- Activistas, a quienes les gusta aprender fomentando su participación activa en el proceso de aprendizaje.
- Reflectores, a quienes les gusta aprender observando a los demás y, antes de actuar, pensar las cosas.
- Teóricos, aquellos que quieren comprender la teoría y entender perfectamente lo que significa antes de actuar.
- Pragmáticos, aquellos que antes de actuar, quieren consejos y técnicas prácticas de alguien con experiencia.
En este sentido, la
experiencia de aprender debe promover el desarrollo de destrezas particulares
que permitan mantenerse vigente en una digital y de aprendizaje a lo largo de
la vida. Dentro de las destrezas claves se encuentran:
- Autogestión: Mantenerse en reflexión permanente sobre su desempeño y realización de su potencial.
- Manejo e interpretación de información: Recolectar, guardar, analizar y combinar información para reconocer patrones y vínculos.
- Aprender a desaprender: Apertura a nuevas formas de conocer, resignificar conocimientos previos y reconocer sus propios lentes conceptuales.
- Cuestionar, razonar y enjuiciar críticamente: Nunca sentirse satisfecho con el statu quo, repensar nuevamente el estado del arte de las cosas.
- Gestión y comunicación: Escuchar a los demás, ayudar a otros a ayudarse a sí mismos y expresarse con claridad en situaciones formales e informales.
- Reflexión y creatividad: Retirar las restricciones autoimpuestas por nuestros propios marcos de pensamiento o norma vigentes, desconectar los puntos de la realidad vigente y reconectarlos con patrones enriquecidos.
- Adaptabilidad, flexibilidad y versatilidad: Entender el cambio como una forma de renovar y enriquecer su “caja de herramientas” y ajustarse a la nueva forma de ver el mundo.
- Trabajo en equipo: Compartir información y conocimiento, perseguir objetivos superiores y trascendentes para alcanzar metas comunes.
- Aprendizaje permanente: Cultivar el hábito de aprender y desaprender, contribuir y motivar el “dejarse sorprender” en los demás para motivar su autoestima y autoconocimiento (Adaptado de: Longworth, 2005, p.121)
Cuando la vida te
lleve a nuevos horizontes y retos personales, y tu vocación vibre en sintonía
con esos nuevos linderos, sintoniza tu pensamiento
vertical, que explica, critica e interpreta tu realidad, con el pensamiento lateral que provoca, propone
y explora oportunidades nunca antes vistas, para hacerte un “gerente
estratégico” de tu aprendizaje que te habilite para:
- Descubrir patrones que te lleven de lo concreto a lo abstracto, de lo rutinario y cotidiano a lo innovador y revolucionario.
- Anticipar los cambios con el fin de reinventar tu propia práctica y promover cambios en tu entorno antes que las fuerzas del exterior hagan lo suyo.
- Diseñar nuevos futuros, reales o inciertos que permitan romper los esquemas vigentes y crear condiciones que potencien tus propios objetivos de desarrollo.
- Desarrollar ideas y ponerlas en práctica de tal forma que puedas concretar y motivar esfuerzos con otros.
- Resignificar los conocimientos previos aprendidos, para lograr reflexiones enriquecidas que consulten una vista holística de tu proyecto de vida (Huerta, 2015, p.142).
Referencias
Huerta, M. (2015) La estrategia en el aprendizaje. Una guía
básica para profesores y estudiantes. Bogotá, Colombia: Editorial
Magisterio.
Longworth, N. (2005) El aprendizaje a lo largo de la vida en la práctica. Transformar la
educación en el siglo XXI. Barcelona, España: Ediciones Paidos Ibérica.
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