“Educar implica el arte de crear, de abrir,
de despertar mentes para que desde la autonomía y la libertad el estudiante
pueda regir, administrar y gobernar su propia vida” (Correa de Molina,
2013) palabras que resuenan en muchos lugares y episodios de formación en las escuelas
de latino américa, un ideal que muchas generaciones de pedagogos y maestros han
querido conseguir, algunos con éxito y otros sin tanto.
La educación insiste
la doctora Correa de Molina (2013, p.25) “tiene
la responsabilidad no de manipular la voluntad y la conciencia de los
estudiantes, sino de confrontarlos, en franco desafío para lograr una
participación real como sujetos responsables de su propia formación”, una
responsabilidad que implica sacar a los estudiantes de la zona cómoda y
conocida, para que usando todo aquello que conocen y saben, puedan lanzarse a
proponer respuesta distintas y no esperadas por sus maestros.
En este sentido,
confirma Ackoff y Greenberg (2008) que el objetivo de la educación debe ser el
aprendizaje y no la enseñanza. En consecuencia, las estrategias que se funden
en los procesos educativos deben apuntar a establecer espacios que reconecten
al educando con la sociedad, esto es, interactuando unos con otros compartiendo
lo que se ha aprendido, experimentando a través del ensayo y error, acompañando
a otros a desarrollar una actividad particular, en pocas palabras creando una
zona psicológicamente segura para construir desde la sabiduría del error (De la
Torre, 2004) o, dicho en otras palabras, desde la experiencia adquirida.
El aprendizaje como
acto creador y creativo, anota la académica Correa de Molina (2013, p.143) “implica la capacidad de resignificar las
experiencias previas, buscando “desamarrar” las interpretaciones rígidas de los
acontecimientos del pasado y poder de esa manera crear nuevas situaciones que
viabilicen la re-creación de la propia persona”. En esta misma línea, el
aprendizaje es una invitación a suspender la realidad, para explorar
distinciones nuevas que se derivan de la mencionada suspensión y crear un
escenario para desconectar y volver a conectar los puntos conocidos con aquellos
emergentes.
En un mundo volátil,
incierto, complejo y ambiguo (VICA), como lo menciona Johansen (2009), la
educación no puede estar ajena de los procesos de deconstrucción de la
realidad, de aquellos ejercicios que cambian la manera de conocer y aprender, pues
en ellos se constituye la nueva pedagogía
VICA donde se provocan niveles
óptimos de confusión e incertidumbre para que el estudiante se movilice más
allá de las teorías y conocimiento conocido, y establezca nuevos referentes
para el contexto donde éste opera.
Lo que se ha llamado
dificultades de aprendizaje o la concepción del error como resultado, hoy es una
oportunidad para crear modelos de comprensión y entendimientos extendidos de la
realidad, donde en un contexto particular el estudiante toma control de los
retos que se le proponen, explica aquello que no logra comprender, con el apoyo
de su orientador y crea nuevos referentes de práctica, que muchas veces no sólo
cuestionan las reglas de la enseñanza tradicional, sino que las resignifican
desde el ejercicio que armoniza las posturas contradictorias.
Así las cosas, el
aprendizaje que se ha llamado por la tradición educativa como significativo, no
es otra cosa que la conexión que se
establece entre el espacio personal e
individual de una persona, con aquellos aspectos de la realidad suspendida,
que rompen
la inercia, los intereses anquilosados y las autocensuras, para transformar
de forma consciente su propia realidad y motivar procesos mentales en otros, que los habiliten para aprender,
desaprender y reaprender.
Referencias
Ackoff, R. y Greenberg, D. (2008) Turning learning right side up. New Jersey, USA: Wharton School
Publishing.
Correa de Molina, C.
(2013) Currículo transdisciplinar y
práctica pedagógica compleja. Emergencia y religantes de la educación del siglo
XXI. Barranquilla, Colombia: Ediciones Universidad Simón Bolívar.
De la Torre, S.
(2004) Aprender de los errores. El
tratamiento didáctico de los errores como estrategia de innovación. Buenos
Aires, Argentina: Editorial Magisterio del Río de la Plata.
Johansen, B. (2009) Leaders Make the Future: Ten New Leadership
Skills for an Uncertain World. San Francisco, USA: Berrett-Koehler
Publishers.
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