lunes, 8 de junio de 2015

Crear el futuro

Crear el futuro, una consigna permanente de los empresarios y de todos aquellos que tienen visión de aquello que vendrá. El futuro es una ilusión inmersa en nuestros deseos, que toma forma con las acciones de nuestro querer y se materializa con la firmeza de nuestras convicciones. No es algo que llegue de improviso, o de manera no anunciada, es una declaración de presente que se ilumina en una promesa cumplida en circunstancias de tiempo, modo y lugar.

El instinto creador es la competencia fundamental de aquellos que crean el futuro. Un deseo natural por navegar en medio de las aguas turbulentas de lo inesperado, que aprende de lo que ha ocurrido en el pasado, define la apuesta de su presente y conecta los puntos en el futuro. Desafía el conocimiento y la práctica tradicional para compartir su visión de futuro con su competencia, pues en ella encuentra una contraparte inteligente que lo hará mejor participante en los escenarios aún sin especificar.

Los crean el futuro ven a través del desorden y las contradicciones, tienen la rara habilidad de proponer y encontrar un camino que describe una posibilidad, más que una probabilidad. Se preparan para un viaje sobre lo incierto, por lo cual deben preparar su mente y corazón para crear una vista flexible que establezca los parámetros donde la improvisación estratégica aparece, no como algo inesperado, sino como contexto estructural que define su intencionalidad estratégica.

Los que crean el futuro se enfrentan a dilemas, a situaciones donde “aparentemente no hay una solución plausible”, donde la realidad parece comprometer nuestra capacidad de actuación. Los creadores de futuro, confrontan los dilemas y repiensan el contexto que los contienen, para superar las posiciones tradicionales, y tener la oportunidad de pensar por “fuera de la caja”. La confusión y la ambigüedad, son el fundamento de su razonar, por tanto el reto que asume transforma su cosmovisión y la forma como ve el mundo.

Los creadores de futuro se sumergen en primera persona en un proceso inmersivo de aprendizaje. Se enfrenta a un mundo que es diferente de él y por tanto, demanda una posición de apertura y reconocimiento que lo llevará a cambios tangibles en su forma de actuar, ver y construir su realidad. Los creadores de futuro conectan sus propias experiencias con los escenarios y contextos diferentes al suyo para ver cosas que desde su propio paradigma no puede ver.

Los que buscan crear el futuro, leen la incertidumbre del ambiente como variable positiva, como quiera que en todos sus movimientos, exhibirá oportunidades y posibilidades, donde la esperanza de logro y transformación es real. Crear el futuro, es un ejercicio de confianza en las habilidades, las competencias y los instintos. Es una mezcla, no necesariamente homogénea de indicadores, que advierte la transparencia de sus reflexiones y pensamientos, con vocación de servicio y resistencia a toda prueba.

Aquellos que se lanzan a crear el futuro, crean prototipos que anticipan los fallos y lecciones aprendidas, para avanzar con mayor celeridad. Aprenden observando a las personas hacer con sus creaciones, para reinventar sus propuestas y servicios. En pocas palabras, saben que el futuro no espera y no deja de avanzar, que es una oportunidad valiosa para experimentar y observar el observador que es.

Crear el futuro, no es solamente tener la visión de futuro, pasión para lograrlo e inversiones para hacerlo realidad, es la habilidad de conectar realidades, expectativas y deseos para delinear una ruta compartida que siempre tiene una “puerta abierta” para hacer que las cosas pasen.

El Editor

Referencia:

Johansen, B. (2009) Leaders Make the Future: Ten New Leadership Skills for an Uncertain World. San Francisco, USA: Berrett-Koehler Publishers.

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