domingo, 19 de octubre de 2014

El dragón oculto

Dice una máxima de la estrategia china: “No despliegues a un dragón oculto”, una frase algo extraña y contradictoria, pues nuestro sentido común nos dice que si es algo que es poderoso como un dragón debería poderse revelar.
 
La explicación de esta frase va como sigue: “No despliegues un poder, cuando debe estar oculto. Un poder debe esconderse mientras esté inmaduro y sea insuficiente para influir sobre una situación de manera constructiva”. Una explicación que cobra sentido y habla de la prudencia y el tiempo requerido para que ese “poder” tome forma y fuerza para poderse desplegar.
 
Cuántas veces hemos visto salidas en falso de personas, que no estaban preparadas lo suficiente para impactar de manera positiva. Cuantos intentos fallidos de personas presurosas que querían sorprender a otros con sus nuevas habilidades. Cuantos profesionales que se arriesgan a hacer cosas para las cuales aún requieren mayor entrenamiento. Tanto momentos que sólo por el afán de sobresalir, terminan opacando el poder que tienen en sus manos.
 
Un poder, es una responsabilidad. Por tanto, cuando tal poder está en formación, debe pasar largas horas de preparación, sometida a estrictos regímenes de disciplina y seguimiento para que esa capacidad, esa habilidad, esa destreza, esa vocación cada vez más se perfeccione y se haga una con su fuente, para que puede salir a conquistar el mundo, no para su beneficio, sino para el de todos.
 
Muchos tenemos poderes ocultos, habilidades inexploradas, vocaciones olvidadas, que requieren atención, pues allí vibra la esencia de la transformación que espera el mundo de cada uno de los seres humanos. Es tan peligroso dejarla salir sin preparación, que nunca haberla tomado en consideración. Pues en la primera, no es posible canalizarla de la mejor forma para producir todo el bien que puede hacer y en la segunda, es renunciar a los triunfos futuros para los cuales ellas te preparan.
 
No podemos anticiparnos a actuar con nuestros poderes, sin madurarlos; ni tampoco dejar de usarlos, para olvidarlos. Se requiere estar conscientes del compromiso que implica brindarles toda la atención y la formación, pues al hacerlo se estarán potenciando nuevas posibilidades para hacer que las cosas pasen y tomando en consideración talentos que estaban latentes esperando su oportunidad para revelarse.
 
Muchos hoy pueden estar preparando sus “poderes” para impactar positivamente el mundo, otros sólo viendo que las cosas pasan, que otros deciden por ellos y que existen personas que se lanzan a descubrir sus dones. Cualquiera que sea la distinción que selecciones habrá implicaciones para tu vida, unas que te obligarán a salir tu comodidad y otras que te llevarán a la inercia que todo lo acaba y lo destruye.
 
Así pues que comienza a domar el “dragón” que llevas dentro, esa figura y poder invaluable con el que has nacido, para que surtiendo las exigencias del entrenamiento y fatiga propias del dominio de sí, puedas revelar al mundo, la transformación de un ser ordinario en una persona extraordinaria.
 
El Editor
 
Referencia
CLEARY, T. (1996) El arte de la estrategia. Lecciones de negociación basadas en la antigua sabiduría china. Ed. Edaf.

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