Revisar la historia de los empresarios en el mundo, es ver
la capacidad de soñar, ganar, perder y volver a ganar, una y otra vez; es el
relato de aquellos que buscan nuevas ideas y oportunidades para transformar el
mundo, la leyenda de seres humanos que apasionados por los negocios, han
superado sus propios miedos, han creído en sus talentos y atravesaron
territorios inexplorados, a pesar de los peligros que esto suponía.
Convertirse en el protagonista de su propia vida, es asumir
el empresario que tenemos dentro, el visionario que desea alcanzar sus sueños,
sabiendo que en el camino habrá tentaciones para desistir y emociones para
continuar. En este sentido, Trump y Kiyosaki en su libro, “El toque de Midas”,
establecen cinco factores clave que todo empresario debe llegar a dominar,
cinco atributos esenciales para alcanzar y transformar la empresa de tu vida y
llegar más allá del éxito y la riqueza: lograr y descubrir todo tu potencial.
De acuerdo con los autores los elementos fundamentales son:
La fuerza del carácter, el enfoque, la marca, las relaciones y los detalles.
La fuerza del carácter es la fuente base del empresario
decidido, es el impulso y la pasión que lo mantiene fiel a su visión, a pesar
de las desilusiones que conlleva crear algo de la nada, de atravesar valles de
incertidumbre y surtir las contradicciones que implica ser un transformador y
cuestionar el statu quo.
El enfoque, lo definen los autores, como el poder medido a
través del tiempo, es decir la capacidad de perseguir un objetivo hasta
alcanzar éxito y luego hacerlo sostenible en el tiempo. Mantener el enfoque de
manera permanente, nos invita a vivir lejos de la zona de confort, a tener
metas retadoras y motivantes, esas que cuidan el espíritu de aventura y nos
permiten elegir bien a nuestros maestros, para actuar con eficacia a pesar de
nuestros temores.
La marca, el reflejo de lo que representas, la esencia de lo
que eres y transmites, la forma como te comunicas con el mundo y éste te
reconoce. Para lograr ser una gran marca deberás tener los bríos suficientes
para defender aquello en que crees, aun cuando a muchos no les agrades. Lograr
posicionar una marca, demanda un conocimiento propio de si, valores y
principios que no estás dispuesto a negociar y sobre manera ser ejemplo de
aquello que quieres lograr: la coherencia que habla por sí misma.
De otra parte están las relaciones, el arte de elegir buenos
socios, de ser buen socio y cómo construir relaciones gana-gana para lograr y
superar nuestros propios retos. Las relaciones que te plantees en la vida
deberán estar articuladas en la lealtad y la integridad, dos elementos
fundamentales que te permiten saber la forma como podrán resolver sus
diferencias, como potenciar sus virtudes y cómo asumir los tiempos de
incertidumbre. Un buen socio es la palanca que nos permite ver que la vida es
una oportunidad permanente para aprender y desaprender.
Finalmente, los autores hablan de los detalles. No estamos
hablando de pensar en pequeño, sino más bien de enfocarse en los detalles que
cuentan de verdad, es decir aquello que te hace único e irrepetible, ese toque
que infunde en tu vida la diferencia y se transforma en valor para otros. En
pocas palabras, es comprender en profundidad eso “que haces mejor que los demás”,
la forma como tus motivaciones y pasiones se convierten en activos invaluables
para muchos.
Si logras dominar estas cinco características en tu vida y
le sumas, una permanente conexión con tu vida trascendente, terminarás enfrentado
a vivir en plenitud, más allá de las riquezas y el éxito material: una
personalidad transformadora con el toque de “Dios”.
El Editor
Referencia
TRUMP, D. y KIYOSAKI, R. (2013) El toque de Midas. Por qué algunos empresarios se hacen ricos, pero la
mayoría no. Ed. Aguilar.
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