Muchas personas
piensan que pueden tener “control” en todo lo que hacen y cómo lo hacen. Los
ejecutivos particularmente son adictos al “control”, como una fuente de
tranquilidad frente a los resultados que persiguen en el ejercicio de sus
cargos. Cuando sienten u observan que las cosas no van como ellos piensan
que deben ir, crean un escenario de restricción y limitación que termina
afectando la discrecionalidad de sus colaboradores, sus iniciativas y
creatividad. Ellos creen que el “control” es aquello que es posible manejar y
establecer desde su visión del mundo, muchas veces no compartida por su
personal a cargo.
Los ejecutivos, anclados
a los resultados por los cuáles van a ser medidos y remunerados, tratan de
modelar el mundo desde la vista de causa-efecto, donde se dice que es posible
tener “control” sobre las consecuencias de las interacciones entre los objetos.
Cuando los resultados no se manifiestan de acuerdo con lo que su modelo les
indica, tratan de encontrar soluciones puntuales y acciones específicas para
comprender un fenómeno, que por definición es sistémico y complejo, el cual no
es gobernado por la linealidad.
Cuando los
ejecutivos se encuentra atrapados en la “ilusión del control”, en la trampa del
mundo mecanicista, donde es posible tener certezas de los resultados, se hacen
evidentes los excesos de revisión, nuevas reglas, nuevos procedimientos, que buscan
identificar elementos puntuales en el contexto, con el fin de disminuir el
incierto que genera no conocer lo que pasa, ni poder “controlar” los
resultados. La “ilusión del control” es la enfermedad de los que buscan certezas
en un mundo que por definición es asimétrico, inestable, incierto y ambiguo.
En la medida que los
ejecutivos puedan descubrir que están en un tejido de relaciones y distinciones
emergentes, donde las prácticas conocidas son la base de su actuación, pero no
la esencia de su visión, estamos avanzando hacia un escenario más sistémico, donde
la complejidad y la incertidumbre no son las amenazas, sino elementos a
conquistar y sintonizar para abrir espacios y oportunidades para capitalizar
ideas, que de otra forma nunca hubiesen podido tener una oportunidad.
La innovación no
se genera en un espacio de certezas y reflexiones conocidas. Es una proceso
natural que se manifiesta en la inestabilidad, en la sensación de “no saber” y sobremanera,
cuando se hace necesario tener una respuesta y una oportunidad para ver las
cosas de forma distinta. Cuando se
lograr distinguir en medio de los clarooscuros, es posible avanzar en la construcción
de posibilidades y no de probabilidades. Un ejercicio para desconectar el mundo
evidente, ponerlo sobre la mesa de las cosas emergentes y dibujar una nueva frontera
donde sólo pocos pueden llegar, si están dispuestos a invertir en su propio
futuro.
Pensar que es
posible tener control, es crear una limitación inherente en la forma como vemos
el mundo. Es pensar que podemos controlar los resultados, o mejor aún que es
viable predecirlos. Desarrollar una alfabetización sistémica (en inglés
systems literacy) (Booth, s.f.), que aumenta la sensibilidad a una lectura del
mundo desde la relaciones y las posibilidades, es abrir la puerta a experiencias
de construcción conjunta, donde no son los intereses personales y las remuneraciones
individuales las que cuentan, sino las tensiones y conexiones visibles e
invisibles las que permiten un escenario de evolución donde podemos
aprender/desaprender y experimentar nuevos linderos, donde lo que sabemos y
conocemos, siempre tiene una oportunidad para ser revisado y repensado.
Superar la “ilusión
del control” implica una visión interdisciplinar, enfrentarse al reto y al problema
real con el fin de darle respuesta, es decir, más que ser académicamente
correctos, entrar en modalidad aprendizaje (visión amateur), admitir que “no se
sabe” y esta dispuesto a aprender unos de otros, y por la sabiduría del sistema,
superar las cegueras cognitivas que los modelos conocidos nos han autoimpuesto
en la manera como entendemos el mundo (Meadows, 2008).
El Editor.
Referencias
Meadows, D. (2008). Thinking
in systems. A primer. Londres, Reino Unido: EarthScan. Recuperado de: https://wtf.tw/ref/meadows.pdf
Booth, L. (s.f.). Food systems, climate systems,
laundry systems: the time for systems literacy is now! The systems Thinker.
Recuperado de: https://thesystemsthinker.com/%EF%BB%BFfood-systems-climate-systems-laundry-systems-the-time-for-systems-literacy-is-now/
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