domingo, 20 de mayo de 2018

Marca Personal


Cuando entendemos quiénes somos y a qué nos debemos, podemos potenciar la esencia de nuestros talentos. Lo que hoy muchos llaman su “marca personal”, no es otra cosa que la manera de encontrar y movilizar los sueños y retos para transformarnos a nosotros mismos en otros distintos.

En este sentido, tener “marca personal”, es reconocer nuestra identidad, lo exclusivo que somos, la representación e identificación de lo que proyectamos, que nos hace distintos a todos los demás. Una declaración de independencia de los que quieren seguir produciendo individuos en serie y la opción de interdependencia, para aquellos que quieren construir proyectos relevantes en equipo.

Si quieres tener una “marca personal”, deberás saber que ésta no se construye de la noche a la mañana, o por tener una campaña de marketing digital o estar anunciado en “x o y” sitio del mundo físico o digital. Construir una “marca personal”, que no sólo sea recordada, sino trascendente, demanda coherencia, integridad, perseverancia, virtud y gran compromiso para mostrarle al mundo la esencia de tus talentos y la forma como logras ponerlos al servicio de los demás.

Para lograrlo, Andrés Pérez Ortega, detalla algunas preguntas, que buscan indagar en la profundidad del individuo, para retar y conocer qué tanto está dispuesto a salir de la zona cómoda y dar cuenta del desafío que tiene consigo mismo. Algunas preguntas son:
  • ¿Qué te hace ponerte en marcha?
  • ¿Cómo describes tu futuro profesional ideal?
  • ¿Qué es importante para ti?
  • ¿Cuáles son tus mejores cualidades y cómo puedes combinarlas?
  • ¿Cómo haces la diferencia en lo demás?
  • ¿Qué palabras te definen?
  • ¿Cómo quieres ser recordado?
  • ¿Qué te hace diferente o sobresaliente? ¿En qué eres muy bueno?
  • ¿Quién puede ser tu aliado estratégico?
  • ¿Qué te hace una persona confiable?

Desarrollar una “marca personales identificar esos talentos y habilidades que combinados de forma particular, cambian y satisfacen las expectativas de otros, creando un imaginario de recordación, que invita a conectar tus reflexiones con emociones y soluciones concretas para hacer que las cosas pasen y se transformen. Tener una “marca personal” es cultivar elementos tangibles e intangibles que configuren una imagen positiva y relevante en la mente de aquellos que son beneficiados con tus capacidades y aportes.

La experiencia con la marca personal, no empieza con el “saber hacer”, sino con el “saber ser”. Es decir, inicia desde el momento en que te encuentras con el otro, creando “momentos” que fortalecen y verifican la calidez y calidad humana que te define. El reto es concretar tantos encuentros y conexiones con los otros, que el contacto contigo se convierta en un “momento” esperado y deseado. Es decir, una construcción de reflexiones, emociones y sensaciones, que determinan la profundidad de la relación, no sólo desde la razón, sino desde el corazón: una valoración de la marca que está abrazada por el fuego espiritual y sellada por la luz de lo sagrado.

El Editor  

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