Con frecuencia se escucha en
estos momentos de turbulencias empresariales, que es necesario que las
organizaciones se reinventen para sobrevivir y mantenerse vigentes en el
contexto actual. Si revisamos con cuidado el ejercicio de reinvención debemos
atender algunas consideraciones, que nos permitan comprender qué significa esta
actividad y los alcances de la misma, toda vez que no es algo exclusivo de la
crisis, sino de la vida diaria.
Reinventarse a sí mismo, es
volver a encontrarse consigo mismo, enfrentar los miedos actuales, mantener las
cosas en perspectiva, remover los filtros emocionales, identificar necesidades,
escuchar más y hablar menos, identificar otros con conocimientos y habilidades
diferentes, mantener el foco en “quién” y no en “qué” eres, estar abierto a las
posibilidades y combinar lo que hemos aprendido con lo que sabemos.
Todas estas condiciones,
exigen de nosotros, darnos la oportunidad de encontrar en cada momento una
forma diferente de ver el mundo y potenciar nuestros talentos, anticipando
condiciones disruptoras de la realidad, para continuar aprendiendo y compartiendo
nuestro presente para crear el futuro. Reinventarse, es hacerse voluntario de
la vida, es decir, una persona que se dona así misma para que otros encuentren
su voz interna y alcancen su vocación.
Volverse a inventar a sí
mismo, exige que realmente nos interesemos por las necesidades de los otros, encontrando
en cada una de ellas formas de mercadearnos, esto es, movilizarnos desde las
personas a los hechos, como una forma de construir a partir de la fuente de oportunidad
(la necesidad) y adquirir las habilidades requeridas, que no sólo permiten
superar la situación identificada, sino que generan valor, es decir, aquello
que inspira y transforma a terceros.
Hablar de reinvención, requiere
hablar el lenguaje de los negocios, de los emprendedores, un lenguaje escrito
en clave de fe y esperanza, en acciones de convicción y desafío, para que,
conscientes de los desafíos que exige la vida, se escriban las memorias de un
futuro que ya ha sido creado en el corazón. Reinventarse, no es algo que se
hace cuando se advierte una crisis, es una estrategia permanente de los seres
que aspiran a ser únicos e irrepetibles, improntas indelebles que dejan
historia en el mundo.
Cuando escuches que se
requiere reinventar una empresa, piensa en cómo vas a reinventar tu vida y
quebrar el molde de la realidad que te rodea, para así transformar tu potencial
y ser vitrales de luz, traspasados por la gracia infinita que ha sido elevada y
consagrada en un madero.
El Editor
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