Anota Douglas Conant y Mette Norgaard, en su libro
Touchpoints: “ (…) el significado es una cuestión de contexto, de entender cómo su trabajo agrega valor a alguien, en alguna parte. El propósito, en contraste, es profundamente personal. Se trata de encontrar su lugar en el gran esquema de las cosas, se trata de amar lo que
haces, se trata de sentimiento. (…)” dos palabras que cuando viven desconectadas hacen
de la vida una constante contradicción, pues el corazón vive en una dirección y
la razón en otra.
Dominar el arte de conectar el significado con el
propósito, es emprender el camino de la reconciliación de nuestras pasiones con
nuestros talentos, un encuentro que nos permite alinear y sintonizar nuestra
frecuencia espiritual con las necesidades terrenales. Cuando logramos encauzar
significado y propósito en una misma vía, todas las condiciones están dadas
para que el universo vibre contigo y logres todo aquello que has querido.
El poder inherente del significado nos permite
avanzar en el entendimiento del mundo y sus diversas formas de experimentarlo;
una forma de soñar despierto con los lentes de otros, para ver aquello que aún
no ha ocurrido. La magia del propósito, es la pócima personal de la virtud que
incorpora las experiencias, los sentimientos y las potencialidades humanas para
transformar el mundo que lo rodea, un brebaje místico del cual sólo pueden
beber aquellos que se arriesgan a ser diferentes.
Cuando soñamos advertimos al universo, que estamos
dispuestos a lanzarnos a cumplir su mandato, a dominar el mundo que se nos ha
dado, esto es, someter nuestros afectos desordenados, obedecer la gracia
santificante y liberarnos de nosotros mismos, para que la energía infinita que
hemos recibido fluya y se confunda con luz que emana de la divinidad misma, que,
cual fuego inextinguible, nos mantiene protegidos, cobijados y vigilantes para
hacer que las cosas pasen.
Bien decía Walt Disney, “si lo sueñas, puedes
realizarlo”, una frase que conjuga el poder de un significado y la magia del
propósito, una amalgama explosiva que no solo revela en el ser la potencialidad
de sus capacidades, sino que moviliza su entorno para que se materialice
aquello que ha soñado. Esto, es reconocer que es posible mantenernos
concentrados en la armonía de dos (significado y propósito) y no perder tiempo
en la exigencia del logro de uno (bien sea propósito o significado).
La próxima vez que enfrentes un reto en la vida o
estés dispuesto a superar tus propias marcas, que la sintonía entre significado
y propósito te asista como compañera, para que seas capaz de sobreponerte a las
condiciones exigentes que demanda ser diferente, ser innovador o transformador,
pues allí, estará toda la energía que necesitas para tener la prudencia del
sabio que sabe decidir, la fuerza y pasión del gladiador que sabe luchar y, la
luz y la fe del santo que sabe meditar y esperar para poder alcanzar.
El Editor
Referencia
CONANT, D. y NORGAARD, M. (2011) Touchpoints. Creating powerful leadership
connections in the smallest of moments. Jossey-Bass.