La polisemia de la
palabra competencia permite que muchas personas, empresas o entidades la usen
de forma imprecisa, generando posiciones encontradas entre los diferentes
públicos y audiencias. Esta diversidad de significados, nos pone en alerta
sobre la riqueza misma de la palabra y los retos que esto implica para su
adecuado uso y pertinencia en el contexto que se mencione.
La palabra competencia en esta breve reflexión la
vamos a leer desde la vista de las ciencias de la educación, particularmente
haciendo énfasis en las genéricas, que nos hablan sobre “el modo de actuar de
las personas tituladas en su desempeño ciudadano y profesional” (Yániz, 2015,
p.17). Las competencias genéricas
establecen el marco de referencia y el fundamento que toda persona debe tener
para entrar en la vida laboral y conectarse con la dinámica empresarial.
En razón con lo
anterior, el trabajo en equipo, transmitir conocimiento experto, gestionar
información, gestionar el propio aprendizaje, comunicarse de manera efectiva,
redactar adecuadamente textos, entre otras, son ejemplos naturales cuando de
contratar una persona en una empresa se trata. En este sentido, las competencias
genéricas son la base para tener oportunidades de ingreso al mundo laboral.
Esto es, mientras más dominio se tenga de estas, mayor visibilidad y atractivo
habrá para la compañía que se interese en el perfil de la persona.
Te has puesto a
pensar en ¿cómo están tus competencias genéricas? La respuesta debe motivarnos
a revisar aspectos propios de nuestras prácticas empresariales y animar nuevas
formas de avanzar en el conocimiento de las habilidades que tenemos y debemos
desarrollar para alcanzar mayores niveles de dominio en las actividades que se
nos encomiendan a diario en las empresas.
Sin perjuicio de lo
anterior, las competencias genéricas deben ser complementadas con una lectura trascendente de la vida personal,
donde no solamente se privilegie el saber hacer, el saber conocer y el saber
convivir. Lo anterior, implica entrar en la profundidad del saber ser, una competencia que implica
desarrollar el sentido trascendente del individuo, donde sus acciones
benefician a otros y éstos a su vez hacen lo mismo con quienes tienen a su
lado.
Yarce (2014) indica
tres elementos claves para desarrollar la competencia del saber ser:
- Aprender a pensar
- Aprender a querer
- Aprender a amar
Aprender a pensar, esto significa que debemos entender que todo está
conectado, que estamos en una red de conexiones, que establecen y modifican
comportamientos que nos hacen diferentes y complementarios al tiempo. No es
posible entender la dinámica del mundo de forma aislada, sin generar tensiones
por ignorar las relaciones presentes allí, algunas de ellas visibles otras no.
Aprender a querer, es profundizar en la voluntad del hombre, en las
actitudes y disposiciones que tiene para entrar en la existencia del mundo o de
otras personas, para conocer y compartir. Es el esfuerzo sostenido para dar
vida a los propósitos y ser fieles, a pesar de las tempestades, para alcanzar
los resultados. Bien dice la sabiduría popular: “el que quiere, puede”.
Aprender a amar, es una comprensión del otro en mí, es ponerse en
situación con el otro y experimentar la donación mutua que sella la relación
con su prójimo. El que ama comparte y permite que emerja lo mejor del otro. No
se alcanza plenitud al cumplir un conjunto de reglas o mandatos, sino en la
espontaneidad de la construcción permanente de la relación.
Si logramos
transitar en las consideraciones del saber ser, los demás saberes estarán
armonizados y complementados, como quiera que la riqueza de tu perfil en las
organizaciones, no estará solamente en aquello que has aprendido en la
universidad o en lo que eres académica y empresarialmente hábil, sino en la
convicción y firmeza del desarrollo trascendente de tu propio saber ser.
El Editor.
Referencias
Yarce, J. (2014) Liderazgo trascendente. Bogotá,
Colombia: Editorial Panamericana.
Yániz, C. (2015) Las competencias genéricas como
finalidad educativa. En Villardón-Gallego, L. (Coord.) (2015) Competencias genéricas en educación
superior. Metodologías para su desarrollo. Madrid, España: Narcea S.A de
Ediciones. 13-23