sábado, 25 de enero de 2014

Prepararse para la vida



“Prepararse para la vida o vivir la vida sin preparación”, dos visiones que se contraponen en el ejercicio de balancear la preparación y foco en lo que hacemos, y manejar la incertidumbre y lo inesperado para aprender de cada situación.



Cuando se habla de prepararse para la vida, supone un plan de entrenamiento para contar con herramientas para pensar, para hacer, para meditar y hacernos más resilientes frente a los eventos imprevistos, bien sean catalogados positivos o no. Es equiparse de la fuerza interna y nutrirse de grandes desafíos, para atravesar nuestros propios temores y volver realidad lo que hemos soñado.



La preparación para la vida exige prepararse frente a uno mismo y encontrar aquello que mantiene la llama encendida, el fuego del talento, la vocación del servicio, la creatividad del pensamiento, esa fuente de saber que no se puede transmitir en una clase magistral, sino que es un reto tan personal, que requiere, parafraseando a Cornella y Batlle: “(…) que lo descubras tú, para poderlo aprender; que lo pienses tú, para poderlo recordar (…)” y agregaría, “que lo hagas tú, para poderlo enseñar”.



Prepararse para la vida, en términos de los académicos mencionados, es entender que “(…) La vida te proporciona unos ingredientes, te va dando unos cuantos, y tú has de saber cocinar con ellos, combinarlos y responder. (…)”, una metáfora que nos lanza fuera de nuestra comodidad, pues nos reta a construir y desarrollar con lo que vamos obteniendo para seguir elevando nuestro entendimiento de la realidad y caminar en una espiral ascendente, que crucifique nuestro ego y libere nuestro potencial para servir.



Aceptar el reto de vivir, es aceptar que somos diferentes. Sobre este particular Cornella anota: “Disfrutar de lo que tú tienes de especial, no significa que esto te lleve a la soberbia de distanciarte del otro, sino sacar provecho de lo que te hace único, para que ese otro también se pueda beneficiar. (…)”, otras palabras, aceptar que eres irrepetible, privilegiado y lleno de dones especiales, te debe llevar a encontrarte con el otro para lograr cosas superiores y elevarte sobre tu propio yo, para ser parte del equipo arquitectónico de la Creación.



Si bien podemos estar entrenados para superar muchos momentos inesperados, otros vendrán para sorprendernos y dejarnos lecciones que deben enriquecer nuestros propios aprendizajes. Negarnos a aceptar esta condición, es retrasar la mano generosa de nuestro DIOS (cualquiera sea la idea que tengas de Él), para forjar el carácter que requerimos y superar nuestras secuelas egoístas y autosuficientes, aquellas donde no hay espacio para descubrir “para qué me sucede” y sino el insensato y malsano “porqué me sucede”.



Prepararse para la vida, debe incrementar la riqueza de tu mundo interior, más que buscar prótesis para obtener fama y reconocimiento exterior. En otras palabras, es la exigencia de construirte a ti mismo en la presencia del Maestro, en el silencio elocuente de tu oración. Prepararse para la vida y dejarse sorprender por ella, supone atreverse, es decir, no ser esclavo de las circunstancias y tomar las decisiones requeridas que te permitan al final del camino, ponerle la firma a ese cuadro único de tu vida, cuyo valor es infinito, pues has vivido como un original y nunca como una copia.



El Editor



Referencia

CORNELLA, A. y BATLE, R. (2013) Ganarse la libertad. Aprender a ser libre. Ed. Plataforma Editorial.

sábado, 18 de enero de 2014

Conexión Armónica



Inicia un nuevo año y con él los nuevos retos, los nuevos proyectos, las nuevas aventuras para cumplir con nuestra encomienda de potenciar nuestros talentos y habilidades. En este sentido, cada nuevo periodo de la tierra alrededor del sol, nos trae nuevas posibilidades para conocernos a nosotros mismos, encontrarnos más de cerca con la divinidad y por qué no, más oportunidades para vencer nuestros propios temores y limitaciones.


En este sentido, si bien sabemos no vamos a agradar a todo el mundo, si debemos mantenernos firmes en nuestros propósitos, sin mancillar las relaciones humanas que exige nuestro trasegar por la vida y que nos complementan, para alcanzar nuestros sueños y metas. Así las cosas, el autor del libro “El lado fácil de la gente difícil”, Dr. César Lozano, nos ilustra algunas consideraciones básicas para mantener nuestra amabilidad y conexión tanto interna como con nuestro entorno de manera armónica y equilibrada:


* Sonreír con frecuencia: La sonrisa cautiva corazones y abre puertas. Es una forma de expandir tu carisma y encontrarse con el otro. Sonreír es una forma de liberar la energía y la luz del cual estamos hechos, del amor por cual hemos sido creados y por el cual vivimos y existimos.


* Escuchar el cuerpo: Como anota el autor, es sintonizarse con quienes se comunican; “(…) sigue con atención gestos y miradas del otro, lo que dice o siente. Emplean el contacto visual, sin exagerar. (…)”. Escuchar el cuerpo, genera empatía, conexión, enlace, crea un puente entre nuestra vida y la del otro, revela la importancia de quién eres para mí.


* Ser entusiasta: El entusiasmo es propio de las personas que aman lo que hacen, que vibran con lo que les gusta, que se apasionan con lo que sueña y hace realidad. El entusiasta sabe que tiene el reto de potenciar sus talentos y que faltaría a su compromiso con el Creador, si no los usa o potencia al grado que se le exige.


* Decidir sobre las emociones: Muchas veces sentimos que decimos o nos dicen palabras “hirientes”, “agraviantes”, “venenosas”, calificativos que si bien pueden estar muy cerca de lo que dicha(s) expresiones llevan, sólo nosotros tenemos la decisión de experimentar cómo sentirnos, cómo procesar esa(s) palabra(s), cómo mantener la salud de nuestra psiquis. Filtra todo aquello que no sume o no te haga crecer como persona y capitaliza aquello que te permita vivir en plenitud tu vocación.


*Cumplir las promesas: Del latín promissa, una promesa es la expresión de la voluntad de hacer algo por alguien o de cumplir con un acuerdo, es decir movilizar los esfuerzos personales para lograr la concreción de un hecho. Esto exige valor y ejemplo vivo de quien somos.  Cumplir lo que prometemos, es el sello de nuestro compromiso con nuestros sueños. Recuerda que estamos siendo observados constantemente y manifestamos lo que somos con nuestras acciones y silencios.


Si podemos aplicar estas recomendaciones durante estos nuevos 365 días, podremos, como manifiesta el autor, encontrar las flores entre las espinas, los árboles en los bosques y las gemas entre las piedras. Si bien, habrá situaciones retadoras que enfrentar, recuerda siempre que, como anota el Dr. Lozano, “la llave de entrada al corazón más difícil es el reconocimiento de una cualidad”.


El Editor.


Referencia
LOZANO, C. (2013) El lado fácil de la gente difícil. Que la gente conflictiva no te amargue la vida. Editorial Aguilar. México.