En un escenario cada
vez más inestable y complejo, es decir, en un entorno donde se requiere cada
día incrementar la capacidad para ver aspectos novedosos de la realidad, es
necesario desarrollar capacidades que permitan al individuo moverse y
anticiparse a las dinámicas asimétricas del ambiente. En este sentido, se debe
pasar de una postura cómoda y basada en certezas a una incómoda y regida por
los inciertos, con el fin de mantener un estado de preparación y prospectiva
permanente con el fin de tomar posiciones estratégicas frente a las
volatilidades naturales y así aprovechar sus oportunidades.
De acuerdo con
investigaciones recientes, existen tres cualidades psicológicas que habilitan
al ser humano para manejar la complejidad: el coeficiente intelectual
(lo relativo a su habilidad mental), el coeficiente emocional (lo
relacionado con el percibir, controlar y expresar emociones) y el coeficiente
de curiosidad (aquel que revela la apertura a nuevas experiencias, genera
ideas originales y mantiene el “hambre mental” por conocer y explorar) (Chamorro-Premuzic,
2014).
Una persona con un
elevado nivel de coeficiente de curiosidad permanece con una postura de
aprendizaje permanente frente a la complejidad y la ambigüedad. No se deja
invadir por la sensación de “vacío o incierto” que genera el “no saber”, sino
que se moviliza en los terrenos inestables, para identificar elementos que
puedan ayudarlo a diseñar o encontrar respuestas parciales que lo lleven a
descubrir aspectos de la “nueva realidad” que lo inviten a salir de su zona de
cómoda.
Un ser humano que
busca incrementar su nivel de coeficiente de curiosidad al menos
debería cultivar las siguientes características, como base de su práctica
renovada para navegar en aguas inciertas:
- Exploran en el incierto y retan sus saberes previos.
- Encuentran emocionante lo novedoso y lo que no encuadra en sus marcos de referencia.
- Afrontan la complejidad y la ambigüedad con apertura para descubrir nuevas fuentes del saber.
- Generan ideas originales a partir de conectar y desconectar aquello que conocen y saben con lo que no saben ni conocen.
- Mantienen una "mente hambrienta" que frecuentemente declara que "no sabe" y está dispuesta a aprender.
El coeficiente
de curiosidad, deberá estar articulado con los otros coeficientes
mencionados para balancear las nuevas capacidades que se incorporan por el
aprovechamiento y desarrollo de la curiosidad. Es decir, habilitar un pensamiento sistémico que analiza en profundidad una
temática, desdobla la complejidad de los hechos y descubre las relaciones visibles
e invisibles, para luego sintetizar y conectar los diferentes puntos
identificados con las novedades del entorno, para simplificar las lecturas de
la realidad y hacer visibles posturas inéditas de los temas propuestos.
Lo anterior supone,
en palabras de Ackoff (1997), que surja la creatividad como esa “habilidad para identificar restricciones
autoimpuestas, removerlas y explorar las consecuencias de la remoción”,
para lo cual es un mandato tomar distancia de las reflexiones conocidas y
estables, para motivar “errores brillantes” (Schoemaker, 2011), aquellos que
cuando de materializan cuestan muy poco y tienen todo el potencial de valor
posible, un ejercicio de simulación y experimentación que sitúa al hombre en
nuevos puntos de comprensión y entendimiento.
Así las cosas, es
momento de potenciar el coeficiente de curiosidad para
abordar la vida y sus retos con la energía y las capacidades requeridas, con el
fin de entender que vivimos en medio de ciclos globales que son movimiento, que
son cambio permanente y por tanto, es necesario reconocerlo cuanto antes y
reconciliarnos con ellos, para aprender a surfear las olas de las
inestabilidades y así abrir nuevas posibilidades de progreso y conocimiento
para aquellos que están dispuestos a interrogar el status quo.
El Editor
Referencias
Ackoff, R. (1997) Cápsulas de Ackoff. Administración en
pequeñas dosis. México, D.F, México: Limusa. Noriega Editores.
Chamorro-Premuzic, T.
(2014). Curiosity Is as Important as Intelligence. Harvard Business Review. De: https://hbr.org/2014/08/curiosity-is-as-important-as-intelligence
Schoemaker, P. (2011). Brilliant mistakes. Finding success on the far side of failure.
Philadelphia, USA: Wharton Digital Press