sábado, 14 de septiembre de 2024

El reto de forjar el carácter y alcanzar nuestro potencial

La mentalidad cortoplacista muchas veces nos lleva a ver el mundo con visión de túnel, a perdernos de la dinámica del entorno y por tanto de sus oportunidades. El avance o progreso de las personas no se mide en tiempos cortos, sino en trayectorias que permitan ver la evolución de un reto o de un propósito. Si mantenemos constantemente nuestra vista en los resultados inmediatos, estaremos viviendo y sufriendo cuando no logramos aquello que queremos (Grant, 2023).

Los planes en la vida toman tiempo, dedicación y foco. Es importante mantener la vista en lo que queremos lograr e ir corrigiendo el rumbo a lo largo de las rutas invisibles que hay disponibles para alcanzar nuestras metas, nuestros sueños. Cuando un barco zarpa y avanza en la mitad del mar perdiendo de vista la orilla ha empezado a abrazar un sueño y a pactar con el incierto. Es momento de la determinación y la valentía para asumir el reto que implica alcanzar una nueva orilla.

En medio de la travesía y de la carta de navegación inicial comienzan a aparecer los ajustes a mano alzada, las posibilidades que se pueden lograr y las evaluaciones de las alternativas en medio de altamar. Con cada día de navegación se consigue mayor experiencia, se reconocen nuevos escenarios y sobremanera se advierten nuevas oportunidades y nuevos desafíos. Los experimentos diarios en medio de la ruta, establecen apuestas que reconocen “aquello que no ha salido como se esperaba” como un nuevo insumo para alimentar el cúmulo de aprendizajes del capitán de la embarcación.

Mantenerse en ruta de aquello que queremos alcanzar, es un viaje de pasión por un resultado, de abrirse a la crítica constructiva, a escuchar voces contrarias y retar lo que hemos aprendido durante el viaje. La ruta siempre trae eventos que nos sorprenden, situaciones que nos llevan a pensar distinto y sobremanera a descubrir maneras alternativas para continuar avanzando hacia nuestro propósito. Algunas veces es importante mirar hacia atrás para afinar lo que viene hacia adelante, disfrutar el camino y abrirse a la aventura de ser uno mismo frente al desafío incierto del mar y sus misterios.

Recuerda que en medio de la ruta, hay momentos que hay que tomar un descanso, para recomponer las fuerzas y reconfigurar la estrategia. Tomar distancia de lo que hemos aprendido es necesario para continuar descubriendo el camino, es mantenernos fuera de la zona cómoda, indagando sobre aquello que es necesario aprender para avanzar y lograr algunos archipiélagos de certezas. Ten mucho cuidado pues en el mar de los inciertos y la noche del océano pueden aparecer cantos de sirenas para distraerte y alejarte de tu propósito, nada más atractivo que dejarse llevar por voces que resuenan y posiblemente nos engañan.

Es tu carácter forjado en la esencia de tus retos, el andamiaje que construimos con nuestra red de contactos y la dinámica de los sistemas que cooperan y colaboran alrededor de nuestros propósitos (Grant, 2023), establecen el marco de trabajo donde es posible superarnos a nosotros mismos e inspirar a otros para lograr sus sueños. Por tanto, no pierdas de vista el camino, ajusta tus estrategias, mejora tus herramientas y aprende todo lo que puedas, pues así podrás encontrarte a ti mismo y ayudar a otros a hacer que las cosas pasen.

El Editor

Referencias

Grant, A. (2023). Hidden potential. The science of achieving greater things. New York, NY. USA: Viking.


domingo, 1 de septiembre de 2024

Aprender, desaprender y reaprender: pedagogía y ciclo virtuoso de la vida

La vida es un reto permanente de aprender, desaprender y reaprender, un ciclo virtuoso que todo el tiempo nos mantiene en una postura vigilante para reconocer y anticipar los cambios, para estar adelante en la curva y así proyectarnos en medio de los retos que nos propone la dinámica actual. Este ejercicio demanda una apertura y disposición individual para salir de la zona conocida y avanzar en medio de nuevas estructuras y condiciones del entorno, lo que exige el desarrollo de habilidades cognitivas, afectivas y socioculturales que nos transformen y nos lancen a nuevos estados de madurez personal y profesional.

Aprender depende del contexto y se desarrolla en la construcción de relaciones con otros. Es una aventura que implica salir de nosotros mismos y encontrarnos con las reflexiones y posturas de los otros, para establecer nuevos linderos de análisis que nos lleven a situaciones y escenarios antes desconocidos, o muchas veces, a repensar aquello que ya conocemos. Esta interacción natural de los seres humanos, modela tanto los comportamientos como los conocimientos que desarrollamos, como un proceso que habilita un diálogo entre pares, que invita construir un sentido particular para las cosas, una lectura distinta y retadora del entorno donde se interactúa.

Alcanzar la conciencia del ciclo virtuoso referido previamente implica apertura a la escucha sin hostilidades, sin imposiciones sobre el otro, dispuestos a dejarnos interrogar en aquello que sabemos y sobremanera, abrirnos a la sorpresa y novedad que implica explorar nuevas opciones y oportunidades (Moncada & Cardona, 2023). Es una postura para construir un equilibrio dinámico, que a lo largo de un diálogo abierto y sincero entre iguales, revela novedosos significados de la realidad, establece indicaciones sobre aspectos invisibles hasta el momento y elabora distinciones que sugieren aspectos inéditos del contexto. Esto es,  situar presupuestos epistemológicos que nos acerquen al desarrollo de nuevas formas de hacer, pensar y transformar nuestra propia realidad.

Aprender, desaprender y reaprender más que un ciclo y una receta para aplicar en la vida, debe ser una pedagogía permanente que posibilite compartir experiencias, conocimientos y valores que privilegien la aventura de la construcción de nuevos saberes y el desarrollo de habilidades cognitivas que nos lleven a la esencia misma del conocer: el saber preguntar (Moncada & Cardona, 2023). Preguntar es al tiempo un arte y una ciencia. Un arte, pues surge en diferentes momentos de la vida cotidiana, de la lectura de textos, observaciones del entorno, de experiencias intensas o momentos de ocio. Y una ciencia, pues muchas veces está intencionada y situada en un ámbito específico de análisis, que lleva luego a una metodología para lograr ofrecer respuestas parciales.

Aprender, desaprender y reaprender es en últimas, una manera como los humanos inventamos el mundo en que vivimos, donde es posible procesar y elaborar nuevos conocimientos y saberes desde la lectura particular del mundo que hacemos cada uno de nosotros. No se trata de un proceso sofisticado o restringido para los científicos o estudiosos, sino de una condición natural del hombre que situado en sus intereses particulares y retos personales, decide qué, cómo, cuándo y dónde descubrir aquello que es relevante para transformar su vida, sin perjuicio que eventos inciertos o inesperados lo sorprendan, y lo lleven a un nivel superior de conciencia y por tanto, de transformación personal, profesional y espiritual

El Editor


Referencia

Moncada, J. S. & Cardona, F. J. (2023). Los futuros del aprendizaje. Innovación y prácticas educativas para configurar el futuro de la humanidad. Bogotá, Colombia. Cooperativa Editorial Magisterio.